En 2018 una crisis vital nos llevó a dejarlo todo para mudarnos a una pequeña y remota isla del pacífico canadiense. Allí, rodeados de bosques, vida salvaje y cielos estrellados, iniciamos un camino de auto-sanación que cuatro años más tarde, nos ha traído de vuelta a las orillas del mare nostrum.

La conexión con los ciclos de la tierra y con las fases de la luna facilitaron la escucha del propio cuerpo, de nuestras propias necesidades y limitaciones, y la transformación de viejos patrones y creencias.

Este proceso, no exento de momentos sombríos, nos devolvió la confianza en nuestra propia naturaleza cíclica, y la certeza de que todo lo que necesitamos para transformar los retos de hoy en materia orgánica con la que abonar el futuro, está en nuestras manos.

Con esa convicción, y recopilando también nuestra experiencia con plantas medicinales ancestrales, hemos creado nuestra colección de aceites de masaje para tu propio autocuido y placer.